domingo, 21 de octubre de 2012

Unas líneas por la AHS Hace algunos años atrás allá por la última década del pasado siglo, este promotor de la cultura recibía en sus manos con gran alegría el carnet que lo acreditaba como miembro de la Asociación Hermanos Saíz. Quizá entonces era algo muy grande para quien desde niño correteaba los pasillos de la querida CMKO o jugaba a ser actor en un grupo de teatro en la Casa de la Cultura Manuel Dositeo Aguilera. Ahora, al repasar el tiempo y al ver que tal vez fue aquel hermoso regalo de la vida el que me puso en el camino de esta noble profesión del periodismo, agradezco profundamente a quienes creyeron en mí y me incluyeron en la organización que agrupa en sus filas a jóvenes artistas, intelectuales y promotores culturales, entonces creo que llegar a la AHS fue algo verdaderamente grande. Al ser miembro de la Asociación iniciaba para mi una nueva vida, ni imaginaba apenas que vendrían responsabilidades tan serias como las de organizar un evento de monólogos y unipersonales llamado La Vida es Sueño, u otro que vi partir con nostalgia y que por esos azahares del destino y empeño de los hombres hoy regresa al sitio donde nació, el Concurso Nacional de Danza e Interpretación Solamente Solos. Pero no imaginaba tampoco este muchacho muy joven entonces que junto a aquellas grandes y hermosas tareas que ponía sobre mis hombros la AHS, vendrían también inolvidables aventuras como la de escalar hasta el Pico Turquino o a la Comandancia de La Plata en la Sierra Maestra o el ascenso al Caballete de Casa en pleno corazón del Escambray espirituano, y en esos parajes tocar con mis manos buena parte de la historia reciente y decisiva de este país. Siendo miembro de la Asociación, la vida, mi visceral empeño y el afán de buenos amigos entre ellos Tatiana Zúñiga, Alexis Triana y Sandra Guerra, me llevaron hasta un aula de la Universidad y entonces la AHS me tendió siempre su mano amiga en mis pretensiones de estudiante de una carrera en el fascinante mundo de los audiovisuales. Hoy 18 de octubre esta madre o hermana llamada AHS en recordación a dos valerosos jóvenes está celebrando su 26 cumpleaños y a mi solo me queda con esta posibilidad que me permite ser periodista, felicitarla y darle las gracias públicamente por haberme abierto sus puertas, por haberme hecho tantos sueños realidad, y retribuirle tanto regocijo con estas humildes pero sinceras líneas porque como dijeran Luis y Sergio Saíz, “No tenemos más que nuestras vidas y una obra inmensa que realizar”.

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