domingo, 21 de septiembre de 2014

Hasta el Grand Prix Vladimir Malakhov 2015 / JRP


Con la entrega de sus premios y reconocimientos especiales cerró sus cortinas este último jueves la primera edición del Concurso Internacional de Danza del Atlántico Norte Grand Prix Vladimir Malakhov en el que participaron más de medio centenar de bailarines de unas 16 compañías de casi todas las provincias del país, más Danza Nacional de México como primer participante internacional.
Durante las primeras cinco jornadas, dedicadas a festejar el aniversario 22 de Codanza, el escenario de la Sala Raúl Camayd, del Teatro Suñol, recibió a las compañías Danza Espiral, de Matanzas, Danza del Alma de Santa Clara, el Ballet de Cámara de Holguín y en especial a la anfitriona de la cita.
Del 10 al 14 todos estos colectivos protagonizaron una gran fiesta de la danza que el público holguinero disfrutó con notable beneplácito, funciones que dieron paso el lunes 15 a la competenciadel certamen, justa que en sus tres rondas valoró más de una treintena de propuestas optando por el Grand Prix de interpretación y el premio a la mejor coreografía.
Todas las agrupaciones anteriormente mencionadas más Danza Contemporánea de Cuba, Danza Fragmentada, de Guantánamo, Retazos y Ebony, de La Habana, el Ballet de la Televisión Cubana y el Ballet de Camagüey, Tiempo, de Bayamo y Ad Livintum, de Santiago de Cuba participaron con una gran variedad de montajes.
Lo hicieron además bailarinas, bailarines y estudiantes del Instituto Superior de Arte, de la Escuela Nacional de Ballet y de Escuela Profesional Vicentina de la Torre de Camagüey quienes demostraron con creces la alta calidad con que se forman los futuros artistas en la escuela cubana de danza.
En cada vuelta de la competencia recibieron prolongadas y cerradas ovaciones coreografías como Las cosas que se ocultan, del maestro Ernesto Alejo, de Santa Clara, Grosso, de Lilian Padrón, directora de Danza Espiral de Matanzas, Faltas, de Lázaro Batista Burunate y Andreas Tacuri, Equilibrium, creada por Carlos J. Martínez peña, e Inopia, de Ariel Hernández Chávez.
Estas, junto a otras siete coreografías resultaron las obras finalistas del concurso, cuyos lauros recibieron Non de Osnel Delgado y Lisbeth Saad Godoy, de Danza Contemporánea de Cuba, interpretada por la propia Lisbeth Saad quien hizo una excepcional caracterización de la cantante francesa Edith Piaf, desempeño que le confirió el Grand Prix Vladimir Malakhov.
También a decisión del bailarín Vladimir Malakhov igual lauro recibieron de manera compartida los bailarines de Codanza, Carlos Alberto Carbonell Grasso y Yeison Ortiz Zaldívar, por su interpretación de la coreografía Pasajera la lluvia, de Nelson Reyes; uno de los títulos más emblemáticos del repertorio de la Compañía holguinera.
El Premio a la Mejor Coreografía, que otorgó la bailarina, profesora y coreógrafa Maricel Godoy, directora del certamen y de la compañía Codanza a nombre de su colectivo, lo recibió Joel González Rodríguez, por su título Estáticos, obra interpretada junto al bailarín Yoel González Rodríguez, de Danza Fragmentada.
La disposición de sumar un segundo Grand Prix al único que fue convocado, al igual que la de otorgar cuatro reconocimientos especiales, fue el resultado de la calidad apreciada en las audiciones previas al desarrollo de la competencia, según afirmó Vladimir Malakhov, “La belleza y la limpieza técnica conque cada uno de los más de 70 bailarines audicionó nos llevó a decidir que todos concursaran”, destacó la gran estrella.
Los cuatro reconocimientos especiales los recibieron Cordero, coreografía de Aurelio Planes, interpretada por Álvaro Yoel González Prades, de Danza Fragmentada; y Cancionero, del propio Ernesto Alejo, cuyo desempeño tuvo a su cargo el bailarín Jorge Pausant Martínez, de Danza del Alma, dos de los más aplaudidos por el público.
A la exigente coreografía De ti…De mí, montaje de Yeison Ortiz, interpretada por Elizabeth Mendoza Cruz, de Codanza, y la muy vistosa Cuerpo prestado, de Libety Martínez Pino, del Ballet de la Televisión Cubana, correspondieron los otros dos reconocimientos especiales acompañados de trofeo y diploma acreditativo.
Cada premio dispuso de un monto metálico en moneda libremente convertible, y en el caso del Grand Prix, lo acompañó una pieza del maestro Cosme Proenza y al de coreografía, una pintura de Nelson Domínguez y la posibilidad de montar una pieza coreográfica a la compañía Codanza.
Si bien el fallo del jurado es inapelable, no es incuestionable por lo que es preciso referir que para ingrata sorpresa del público holguinero, en primera instancia, para la prensa y para los propios concursantes, el bailarín Nicolai Almeida Kan, de Danza del Alma, el más ovacionado de todos los participantes, no recibió ningún reconocimiento, a pesar de su magistral interpretación de Las cosas que se ocultan.
Posterior a la gala de premiaciones, el célebre bailarín ucraniano Vladimir Malakhov, fuente inspiradora de esta relevante cita, en medio de aplausos agradeció a la ciudad, en particular a todos los que contribuyeron con la calidad del Concurso, y en especial a los concursantes y al público, dijo sentirse triste por la despedida pero muy feliz porque ya está pensando en su regreso previsto para septiembre del 2015.
Atrás quedaron las muy bien acogidas clases magistrales, los provechosos encuentros entre los bailarines de las diferentes compañías, los conversatorios, las funciones concierto y la fraternal competencia. Desde ahora inicia la organización de la segunda edición de esta gran fiesta de la danza cuya convocatoria incluirá la modalidad de concursar en colectivos, según anunció Malakhov.
Como afirmó el empresario de la danza Paul Seaquist, manager de V. Malakhov y uno de los directivos del Festival al cierre de la última noche, “nos despedimos con la gratitud del cariño de todos ustedes y sabiendo que vamos caminando hacia ese noble sueño de convertir a Holguín en la capital de la danza no solo de Cuba sino de América Latina”./Foto: Cortesía de Heidi Calderón.

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